martes, 27 de noviembre de 2012

[Causa y efecto]


Y al fin lo había entendido. Se trataba pura y exclusivamente de él, de nadie más. Era verdad todo aquello por lo que estaba pasando, era verdad todo aquello que estaba sintiendo, que estaba pensando. Pero cambiarlo se trataba pura y exclusivamente de él, de nadie más. Si bien por momentos se sentía bastante solo, él también se sumía tanto en esa angustia de decir “me siento solo”, que a veces parecía ser más lo que el mismo se aislaba de lo que realmente estaba. Y era por eso que había perdido expresividad, perdida que también se debía a que tenia tanto tiempo libre para pensar o, mejor dicho, “maquinar”. Había tocado tanto fondo que se había terminado acostumbrando, se había bloqueado y eso lo hizo que dejara de pensar en él. Y la única salida era esa, empezar a pensar más en él, en uno mismo.
Se había dado cuenta, por sobre todas las cosas, que no podía pretender estar bien para otra persona si primero no estaba bien para él mismo. Y era la verdad, primero que nada, tenía que empezar a ordenar su vida, necesitaba concentrarse primordialmente en él, en su vida y en nada ni nadie mas. Por fin había encontrado la raíz del problema, no se trataba solamente de lo que implicaba tener que tomar la decisión (obligada por varias circunstancias recientes y muchas veces con tantos intentos sin éxito de ser evitada por miedo a lo doloroso y difícil que podría ser) de tener que olvidar algunas cosas y a alguien, de poner puntos finales, sino que, además de eso, de ordenarse a si mismo, de hacer cosas para él. Había salido herido tantas veces estos últimos meses por esas cosas que se había descuidado su persona y desvalorado, se había perdido, y ya no se podía encontrar con él mismo y era eso lo que ahora necesitaba revertir. Y, si bien había encontrado gente que de alguna u otra forma de verdad lo quería y justamente por eso lo habían hablado, lo habían escuchado y aconsejado y le habían hecho abrir los ojos y ver todas esas cosas estos últimos días (cuando peor estuvo y la situación lo había superado a tal punto que se quebró y explotó), darse cuenta de eso,  cambiarlo empezaba y dependía nada mas de él, de nadie mas.
¿Qué pensaba hacer? Pensaba que tenía que, de a poco, ir alejándose de todo aquello que de alguna u otra forma siempre terminaba siendo tóxico para él, que lo afectaba, que le hacía daño. Por mas que le costara y le doliera un montón seguir en eso ya era de masoquista, no lo estaba ayudando en nada.. Como escribí mas arriba, por mas lindo que fuera siempre en el momento, al último era mas lo que lo afectaba y lo mal que terminaba y lo estaba alejando mas de sí mismo y los resultados ya estaban a la vista de manera inevitable. Entonces tenía que ser amable con él mismo, juntar todo lo que hay que juntar, tener todo lo que hay que tener para tomar decisiones así (propiamente contundentes y rotundas) y poder olvidar. Tarde o temprano todo pasa, el tiempo cura todo, y él sabía que esto en algún momento iba a suceder, que iba a tener que hacerlo. Entonces no podía seguir lamentándose tirado en ese pozo en el que (en parte) él mismo se había metido o tratando de resistir o esquivando el hecho de tener que hacerlo… “estás tocando fondo y ya mas bajo que esto no hay, no da para mas” le habían dicho a modo de consejo... Y era verdad,  tenía que tomar la decisión de una vez… tener lo que hay que tener, ser maduro, consciente, ser amable con uno mismo y dejar.  Pero como decía, no solo se trataba de eso… tenía que además, enfocarse en otras cosas, en su vida, en ordenarla, tenía que proponerse metas, a corto y a largo plazo, y comenzar a hacer ese camino para cumplirlas, no dejarse estar, no caerse, no tirarse abajo… tener responsabilidad para llevarlas a cabo implicaba tener responsabilidad con él mismo, hacer algo por él mismo.
Y lo iba a hacer.  De a poquito estaba empezando a entusiasmarse con la idea, empezaba a proyectar, quería retomar cosas que había dejado, viejas deudas pendientes que tenía abandonadas y casi olvidadas pero que cada tanto lo atormentaban, empezar a formarse un poco mas en cuanto a conocimiento, algo que hace tiempo debería haber hecho y por todo esto había dejado de lado, a su casa, a sus cosas, a sus actividades… empezar a disfrutar un poco mas de las pequeñas cosas y los pequeños momentos de la vida cotidiana (capacidad que siempre había tenido pero últimamente con todo esto se había dado cuenta que la había ido perdiendo), hacer cosas por y para para su bien, así sean mínimas, pero que lo hagan sentir realizado. De esa forma iba a salir adelante, de esa forma iba a volver a encontrar la expresividad que había perdido,  a encontrarse con su personalidad, y la parte mas sociable de ella, que era una de las cosas mas importantes que había perdido como consecuencia de todo esto, De esa forma ya él se habrá encontrado con él mismo, se volvería una persona mas interesante y él mismo lo disfrutaría y estaría listo para poder desarrollar distintos tipos de vínculos para con los demás… lo demás vendría solo: “todo llega para quien sabe esperar” era la frase que siempre defendía y que había hecho muy propia con el paso del tiempo.. bueno, ahora a eso le tenía que agregar algo y reformularla concluyendo en que “todo llega para quien sabe esperar...  pero para saber esperar primero hay que estar bien con uno mismo, hay que estar preparado” (medio larga la frase pero bue, de esa forma cerraba la idea que quería transmitir, jaja).
 Sabía que seguramente iba a tener varios altibajos en el camino, que todo esto seguramente iba a implicar un trabajo grande, o quizás no, pero que él cambio no se iba a lograr así porque sí de un día para otro (nadie cambia de un momento para otro cosas así), que era un proceso. Pero ahora ya se había hecho la idea fija de que eso era lo que tenía que hacer, lo tenía metido en la cabeza y, pasara lo que pasara no iba a abandonar esa decisión, ni mucho menos volver a lo mismo de antes.
 Dejar atrás todo aquello que ya no daba para mas y todo aquello que le hacía mal, aceptarlo y superarlo y comenzar esa etapa de cambios, ordenarse, ordenar su vida, cambiar esa abrumadora realidad que lo superaba y lo bloqueaba y revertir toda esta situación dependía nada mas que pura y exclusivamente de él, y, de a poquito, sentía que había llegado el momento y ya estaba listo para hacerlo.  Era eso, necesitaba volver a ser él mismo.